¿Cómo gestionar las peleas de pareja? por Lola Sorribes

Hola, soy Lola Sorribes, escritora, terapeuta y fundadora de Golden Pyramide.

Quiero compartir un poquito de mi experiencia y perspectiva contigo tras varios años ayudando a personas en su día a día.

Hoy te quiero hablar de...

Peleas de pareja, ¿Qué hacer?

Las peleas por tonterías, o sin sentido, a mi modo de ver son las típicas que empiezan con una mala palabra, siguen con una contestación en la misma onda y allí es donde empieza la discusión. La típica discusioncilla que aparece "de la nada", sí sí esa que generalmente a los 2 minutos de alzar la voz, usar la ironía o la sátira ya no sabes ni por qué ha empezado.



Así a modo introductorio voy a concretar que dos no se pelean si uno no quiere, es decir: si el que recibe la mala palabra, sabe esquivar porque está de buen humor ahí la pelea no existe. En otras palabras, en una discusión siempre la responsabilidad (vamos a eliminar la palabra culpa del vocabulario) es compartida, por lo que para acabarla saludable y conscientemente cada uno debe reconocer su parte y disculparse por ella. Si no, ese pequeño episodio deja un halo de rencor que se va acumulando en el disco duro de la pareja y puede florecer de nuevo en cualquier momento con formas irreconocibles.

El caso de Maribel

En mi consulta tengo muchos casos que me preguntan por este tipo de peleas. Recuerdo el caso de una chica en particular, pongamos que su nombre era Maribel:

Maribel vino a mi consulta para intentar solucionar las frecuentes peleas que habitualmente tenía con su pareja. Me explicaba que no soportaba muchas de las cosas que hacía el: dejar subida la tapadera del inodoro, no poner los platos en el lavavajillas, no poner lavadoras etc etc. Eran pequeños detalles que no eran graves, pero que la irritaban mucho. Y lo peor era que, cuanto más lo regañaba y discutían, más parecía reforzar él los actos que a ella la sacaban de quicio, acumulando cada vez más rabia y sentimientos negativos en la pareja que se acabaron transformando en rechazo mutuo.


Ese día le expliqué a Maribel que ante un gesto que nos desestabiliza es importante aparcar el primer impulso y escuchar la voz de la conciencia superior, para que nuestra respuesta sea más armoniosa. Ya que la primera reacción que nos sale a todos ante algo que nos perturba suele estar movida por el ego, por nuestras heridas y por nuestra falta de amor propio y que, por tanto, suele ser una reacción a la defensiva que a menudo va envuelta en aires de ironía, sarcasmo, reproches o otro tipo de toxicidad verbal.

Pasos a seguir

Pasos a seguir
2 pasos básicos según la gravedad del agravio:


  1.  La ley de los 20 segundos: cuando detectes ira ante un comentario o reacción de la otra parte, cuenta hasta 20. A veces con este paso hay suficiente para sacar la segunda voz y decir las cosas desde el amor y no provocar que se convierta en una pelea.
  2.  La ley de las 24 horas: si la ira que te ha provocado es muy grande, y ves que después de los 20 segundos todavía tienes ganas de usar un alto tono de voz o la ironía para contestar, toca pasar al siguiente paso que es: esperar 24 horas a hablar del tema.

De otra manera lo único que vas a conseguir es hacerle caso a tu ego, desenterrar el hacha de guerra y sacar tu versión más Schwarzeneguer sobre el tema.


Pues bien, después de aplicar estos pasos, y al cabo de 45 días, Maribel volvió con sus conclusiones muy ilusionada. Me contó, que cuando ella prestó atención a la segunda voz, pudo entender la conducta de su marido y dialogó con él. De este modo, sin saberlo, además de solucionar sus problemas, le ayudó a superar patrones de rebeldía que él tenía con su madre y que no había resuelto. Según me enteré después por él, su madre lo descalificaba y regañaba mucho durante su infancia y adolescencia.


Finalmente le pedí a Maribel que practicara el ejercicio para desconectar el piloto automático que presento a continuación. Cuando ella regresó a verme no lo hizo sola, la acompañó su marido. Según palabras de él venía a conocer a la mujer que había salvado su matrimonio.

 

En conclusión

El hombre comenzó a sentirse mucho mejor por el hecho de sentirse comprendido y apoyado por su esposa, y empezó a comprenderla también a ella, mejorando entre ellos el nivel de comunicación afectiva, la empatía y el amor.


Estos son los resultados que se consiguen cuando somos capaces de desconectar el piloto automático de los pensamientos que se enlazan directamente con las emociones. Esto nos proporciona siempre la oportunidad de escoger las opciones más bondadosas y efectivas para solucionar las cosas.


Me encantan los proverbios, los hay de muy útiles y acertados pero el que dice "La mejor defensa es un buen ataque" debería ser eliminado de nuestra cultura por que se instala en nuestras creencias y nos pone más trabas, y karma, que otra cosa.



Espero que esto te ayude a entender a la otra parte, y a aceptar esas micro peleas que en ocasiones son más comunes de lo que desearíamos. Y a la vez asumir con humildad nuestra parte de responsabilidad en cada una de ellas. Es algo normal, nos pasa a todas.

Flores de Bach que recomiendo


Si estás en esa etapa que se acumulan las peleas “sin sentido” tus flores de Bach son Beech, Holly y Star of Bethlehem para sanar rencores o cualquier combinado de flores que contengan estas 3.



Un abrazo de corazón.



Lola Sorribes

Terapeuta y escritora.

Fundadora de Golden Pyramide.